lunes, 7 de enero de 2008
Sistema digestivo y nacionalismo
Mi estómago se niega a seguir dictados nacionales. Ciertamente, entre un chocolate a la francesa o a la española y un buen champurrado del altiplano de México, opta sin vacilar por el segundo, pero entre los callos a la madrileña (o a la andaluza) y la pancita, se inclina resueltamente por los primeros.
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